El Nuevo Testamento nos trae el mensaje de Jesús, la BUENA NOTICIA que nos sana y nos salva.Si lo leemos con atención y lo meditamos podemos llegar a conocer mejor a Jesús, sus sentimientos, las obras que realizó, la propuesta que nos hizo para una vida mejor.
"Comienzo de la Buena Noticia ( = Evangelio) de Jesús, Cristo (Mesías, Ungido), Hijo de Dios".
Así comienza el más antiguo de los escritos evangélicos (Mc.1,1).El testimonio de los apóstoles (=enviados) de Jesús dio origen a las primeras comunidades cristianas. Para ellos, la BUENA NOTICIA no es un simple mensaje, o una doctrina, es una PERSONA: Jesús. Y un acontecimiento: su resurrección.
En Jesús reconocieron la manifestación plena de Dios: su PROYECTO, su VERBO o Palabra...su SER invisible hecho CARNE y SANGRE de nuestra raza. A la luz de lo vivido con Jesús durante más de dos años; pero sobre todo, a partir de la FE EN LA PRESENCIA VIVIENTE del Resucitado en las comunidades que crecen, los primeros testigos fueron descubriendo que el Mensaje y la Persona de Jesús eran una misma cosa.
Así nacieron los escritos evangélicos. No son una "biografía", ni las "memorias" escritas de Jesús. Son TESTIMONIOS de Fe de quienes, testigos de la Resurrección, quieren hacer posible que otros descubramos y vivamos la VIDA NUEVA que Jesús proclama (Jn.20,31).
Precisamente porque vieron morir a Jesús, y porque creyeron en Él, y lo experimentaron RESUCITADO por Dios, y vivo y actuante en sus comunidades por el Espíritu, se decidieron a poner por escrito las repercusiones que su Persona, su obra y su Mensaje habrían de tener para el mundo entero.
Nosotros
comenzaremos ahora a recorrer el camino de los primeros discípulos.
A ellos, Jesús les transformó
sus vidas, "los salvó". Dios quiere que también
nuestras vidas sean más plenas y felices, al conocer más
profundamente a Jesús; no sólo con la mente, sino sobre todo
con el corazón.
Ficha de PADRES Ficha de NIÑOS LECTURAS
La primera gran buena noticia
Hay una cantidad de ideas rarasy equivocadas que solemos
tener acerca de Dios.
Miremos
las figuras: ¿Qué
nos dicen?
Lo más común es pensar
que Dios es una especie de juez severo, que no deja pasar ni una, como
si anduviera buscando pretextos para
castigarnos.
Para otros, Dios es algo
muy lejano, "El supremo Hacedor",
ajeno a nuestras vidas. Para otros es como un recurso
mágico, una fuerza misteriosa que se
puede utilizar cuando se conoce la
fórmula.
Todos corremos el riesgo de hacernos un dios según
nuestra conveniencia:
- el dios-milagrero (que
me haga acertar la quiniela),
- el dios-destino ("me
tenía que pasar"),
- el dios-comerciante ("yo
te doy tantos rezos, tantas novenas, tantas promesas, y vos me
das..."),
etc..
Para otros, Dios es algo muy lejano, "El supremo Hacedor", ajeno a nuestras vidas. Para otros es como un recurso mágico, una fuerza misteriosa que se puede utilizar cuando se conoce la fórmula.
Todos corremos el riesgo de hacernos un dios según nuestra conveniencia:
- el dios-milagrero (que me haga acertar la quiniela),
- el dios-destino ("me tenía que pasar"),
- el dios-comerciante ("yo te doy tantos rezos, tantas novenas, tantas promesas, y vos me das..."), etc..
Charlamos
entre nosotros:
Qué
es Dios para nosotros?
Lo primero que Jesús anunció, proclamó, gritó, fue su propia experiencia de Dios: Dios es PADRE, más aún, es el ABBA, que en la lengua materna de Jesús quiere decir "papá o papito"
Lo primero que Jesús anunció, proclamó, gritó, fue su propia experiencia de Dios: Dios es PADRE, más aún, es el ABBA, que en la lengua materna de Jesús quiere decir "papá o papito"
Veamos cómo Jesús nos habla de Dios: Mt.6,25-34
Para iniciarse en el conocimiento de la Biblia con la ayuda del P. Mamerto Menapace
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