Ficha PADRES
Ficha NIÑOS
Jesús aparece como uno de los antiguos profetas que anuncian con una gran autoridad y convicción, la inminencia del Reino o “Reinado” (=soberanía) de Dios.
Pero Jesús no solo proclamó y explicó el Reino querido por Dios, lo realizó en su propia Persona. Esa fue su misión.
Como buen oriental, Jesús se sirve de comparaciones (parábolas) para anunciar el Reino. Casi todas ellas están sacadas de la vida ordinaria de sus oyentes (la siembra, la cosecha, la pesca, el hacer el pan, el comercio) o de imágenes del Antiguo Testamento, familiares a los judíos (la viña, el banquete, la boda).
Por eso eran fácilmente comprensibles.
El Reino anunciado por Jesús es diverso de cualquier otra institución o situación histórica.
No es simplemente una mejora de la situación presente, sino una total transformación de todas las relaciones que existen entre los hombres.
Pero Jesús no solo proclamó y explicó el Reino querido por Dios, lo realizó en su propia Persona. Esa fue su misión.
Como buen oriental, Jesús se sirve de comparaciones (parábolas) para anunciar el Reino. Casi todas ellas están sacadas de la vida ordinaria de sus oyentes (la siembra, la cosecha, la pesca, el hacer el pan, el comercio) o de imágenes del Antiguo Testamento, familiares a los judíos (la viña, el banquete, la boda).
Por eso eran fácilmente comprensibles.
El Reino anunciado por Jesús es diverso de cualquier otra institución o situación histórica.
No es simplemente una mejora de la situación presente, sino una total transformación de todas las relaciones que existen entre los hombres.
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